8.2. Persona y situación: claves de encuentro en el marco del interaccionismo
Para Allport, intervienen cuatro aspectos que intervienen en la conducta de una persona:
Aquellas características estables y consistentes que definen su personalidad.
Aquellas defensas y formas de disimulo que el individuo utiliza con la intención de no manifestar abiertamente determinados aspectos de su personalidad, y el grado en que éstas son empleadas.
El modo en que la situación es percibida, así como su relación con la misma.
Los requerimientos y demandas de la situación con respecto a la situación del individuo en la misma.
Principales presupuestos del modelo interaccionista:
La conducta es función de un proceso continuo de interacciones recíprocas entre el individuo y la situación en la que se encuentra.
El individuo es un agente intencional y activo en este proceso de interacción.
Con lo que respecta a la persona, los determinantes esenciales de la conducta son los factores cognitivos, si bien también deben considerarse los factores motivacionales y emocionales, así como los factores biológicos.
Por lo que respecta a la situación, el valor de la misma vendrá dado por el significado psicológico que el individuo atribuya al contexto puntual en el que se encuentre.
La identificación de coherencia transituacional requerirá información, y posterior elaboración de las siguientes fuentes:
La disposición personal
La interpretación individual de la situación.
Un modelo psicológico.