Acepciones de obsesión:
Apoderamiento del espíritu del hombre por otro espíritu que obra sobre él como agente externo.
Preocupación que influye moralmente en una persona coartando su libertad.
Idea, especie o cosa inmaterial que persigue o molesta a uno como asediándolo continuamente.
Obcecación, tenacidad, obstinación, pertinacia.
Conceptuación
Los argumentos a favor de la cercanía del trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) con las psicosis son:
Que los psicopatólogos franceses hablarán de las obsesiones en términos de locura.
Lo absurdas y carentes de sentido que resultan muchas percepciones obsesivas.
Su génesis, ya que muchos de estos cuadros emergen de forma súbita e incomprensible.
La capacidad invasiva y destructiva del trastorno.
Los argumentos que marcan las distancias con las psicosis son:
La conciencia de enfermedad, que está siempre presente.
La carencia de intencionalidad exterior.
La ausencia de deteriodo.
Que el obsesivo luche contra sus ideas, mientras que el esquizofrénico se identifica con ellas.
Otros factores hacen que se reafirme en su tesis como «neurosis marginales»: que al tratarse de fenómenos dimensionales se acercarían a las neurosis, sin embargo la fijación al plano de la realidad y la conciencia de enfermedad, características de las neurosis, resultan cuestionables en las obsesiones.
A todo lo anterior habría que añadir otras consideraciones. Por ej: generalmente se afirma que las psicosis son más graves que las neurosis, sin embargo algunos trastornos obsesivos causan más problemas y resultan más incapacitantes que la esquizofrenia. Los criterios definicionales básicos de este trastorno son:
La cualidad compulsiva de la experiencia.
El reconocimiento de la misma como irrelevante, absurda o sin sentido.
Que la experiencia sea resistida por la persona (actualmente esto no se mantiene tanto, pasado un tiempo se da una “claudicación”)